
Este examen es “inédito” hasta la fecha y está en consonancia con los cambios que quiere introducir la Unión Europea en la materia para acercar los actuales datos de emisiones de CO2, NOx y otros contaminantes a los reales lo máximo posible.
Se trata de ensayos en circulación, con las condiciones establecidas en el futuro ciclo de emisiones en condiciones reales de conducción (Real Driving Emissions – RDE), y en ensayos en laboratorio con ciclos diferentes al establecido en la reglamentación actual.
La selección de los coches a examinar se hará en función de la penetración que los distintos modelos tienen en el mercado nacional, según explica el Ministerio en un comunicado difundido a última hora del viernes.
El departamento que dirige José Manuel Soria está finalizando el protocolo de ensayos a realizar para su envío a la Comisión Europea, con el objetivo de que se armonicen las actuaciones entre los distintos Estados miembros.

La iniciativa española forma parte de una campaña europea de vigilancia de las emisiones, en la que van a participar Francia, Italia, Alemania, Reino Unido y Suecia, entre otros.
Todos se han comprometido a remitir a la Comisión Europea el resultado de sus ensayos para que ésta disponga de información suficiente que le permita identificar cualquier anomalía, para en su caso tomar las medidas correctoras que correspondan.
Con esta campaña, de un alcance “amplio y técnicamente muy compleja”, el Ministerio pretende “clarificar la situación de incertidumbre que se haya podido generar en el mercado y contribuir a una investigación de alcance europeo, inédita hasta la fecha”.
Lo que se pretende es asegurar el “más estricto cumplimiento de la legalidad, la defensa de los intereses del consumidor y la salvaguarda de la credibilidad de un sector como el de la automoción, fundamental para la industria española”.
